Humor
La
sorda
Días
atrás fui a ver a mi médico y le dije muy preocupado:
-Doctor,
mi esposa me tiene angustiado; creo que se está quedando sorda. Cuando le
hablo, sólo responde si estoy cerca de ella.
-Bueno,
hagamos una cosa: usted se le va a poner a cuatro metros de distancia y le
va a hacer una pregunta. Si no le escucha, acérquese un poco y repita la
pregunta. Vuelva a hacerlo hasta que ella le conteste y así podremos
tener una idea de la gravedad del problema.
Esa
noche, mientras mi esposa ve televisión, me paré detrás de ella a
cuatro metros de distancia y pregunté:
-Amor,
¿qué hay de cenar?
Silencio.
Me
coloqué a tres metros de mi esposa y repetí:
-Amor,
¿qué hay de cenar?
No
hay respuesta.
Me
acerqué hasta quedar a dos metros de mi mujer y volví a preguntar:
-Amor,
¿qué hay de cenar?
Al
no recibir respuesta me acerqué hasta quedar a un metro de ella y volví
a preguntar:
-Amor,
¿qué hay de cenar?
Ella
se volvió molesta y me dice:
-¿Qué
te pasa mi vida...? ¡Es la cuarta vez que te digo que hay pollo!
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